Jornadas con invidentes Oruro 2007

La magia de este gran ser humano, Gonzalo Cardoso nunca dejara de sorprenderme, el y toda su familia, desde María su mujer inseparable y todas sus hijas Naira, Wara, Tani, Lulhi y Kurmi. Recibimos en su casa-museo a una escuelita de niños invidentes, la sorpresa fue ver como esta familia en medio del caos que supuso la aparición bulliciosa de todos estos niños en el patio de su casa, los reconducía a un viaje por el reino de los sentidos, un viaje por el tacto, un viaje por el sonido, por los olores..por que en esta casa el arte, asta se huele.




Mi mayor sorpresa fue contemplar como un niño invidente puede viajar en su mente por el mundo de los colores...como lleno de emoción, en medio de lo que aparentemente era un puñado de garabatos, el niño reclamaba mas azul, mas azul... excitado, rebosan te de una especie de energía eléctrica, in-spirado por el espíritu, como cualquier artista...cuando la dio por acabada, aquel ser no era el mismo, algo había cambiado en su corazón, lo había llenado de colores...Aquel día al acabar la jornada algo había cambiado en todos nosotros, nuestros corazones latían acelerados en un baile de colores.